jueves, 2 de agosto de 2007

Estudiando el hielo del polo norte en Marte

Todo está a punto en la base de Cabo Cañaveral, en Florida, para el lanzamiento a partir del próximo viernes de un cohete Delta con la misión 'Phoenix', primera dirigida al polo norte de Marte, con el objetivo de investigar la masa de hielo ubicada en esa zona y detectar rastros de vida microbiana en el agua helada. Por primera vez se realizará un análisis sobre el terreno de los materiales presentes en hielo descubierto en otro planeta.
El viaje durará 10 meses y se espera que llegue a su destino en mayo del próximo año. La misión Phoenix consiste en una nave especial construida parcialmente por NASA para el programa Mars Surveyor de 2001, y una nave robótica equipado con un sofisticado sistema de herramientas de investigación más moderno que todo lo que se ha empleado hasta ahora en exploraciones en el planeta rojo.

"Será la primera vez que un aparato que haga un descenso suave en Marte explore el polo norte", declaró en conferencia de prensa Doug McCuiston, director del Programa de Exploración de Marte en la NASA.

Phoenix se posará en terrenos que se supone que contienen hasta un 80 por ciento en volumen de hielo acuoso en el primer pie de profundidad. Desde allí llevará a cabo el primer análisis de materiales portadores de hielo en otro planeta.
La Phoenix lander incluye un conjunto de instrumentos diseñado para caracterizar completamente el hielo accesible, el suelo, la roca y la atmósfera local. Se incluyen sistemas de observación microscópica capaces de examinar materiales a escalas de hasta 10 nanómetros (1.000 veces menos que el grosor de un pelo humano). También incluye otros sistemas que analizarán si las muestras de hielo o terreno contienen moléculas orgánicas.

El lanzamiento se efectuará desde la Estación de la Fuerza Aérea en Cabo Cañaveral, Florida, con un cohete Delta II, y la cápsula viajará a una velocidad promedio de más de 20.000 kilómetros por hora.

Nuevo sistema de aterrizaje Al aproximarse a la superficie de Marte, Phoenix descenderá en paracaídas a unos 1.000 metros de la superficie, en la última fase usará cohetes que frenarán su descenso, y no por el sistema previo de globos amortiguadores utilizados por los actuales 'rover' sobre Marte, cuyo 'handicap' resultaba inevitablemente que terminaban deteniéndose en hondonadas, complicando una óptima obtención de energía solar. Una vez en la superficie, Phoenix desplegará sus paneles solares y antenas, y extenderá un brazo robótico para excavar el suelo marciano y del agua helada de la región.

Según los científicos, mediante el examen del color y el tamaño de los gránulos de las muestras tomadas será posible entender mejor la estructura del suelo del planeta.

Fuente:laflecha.net

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