El llamado Lago “Vostok”, (Oriente, en ruso) está ubicado en las coordenadas: 77° Sur, 105° Este, cerca de la base rusa del mismo nombre y a 4000 metros por debajo de la superficie de hielo, aislado del exterior y protegido de la atmósfera.
Tiene 250 Km de largo por 50 de ancho, cubre un área de 14.000 km² y podría contener un volumen de 5.400 km³ de agua líquida.
La base rusa “Vostok” funciona desde 1957. Está ubicada a unos 1000 Km de la costa y muy cerca del Polo Sur. En esa estación se registró la temperatura atmosférica más baja de todos los tiempos: -89º C, por lo que se identifica a este lugar como el Polo Frío.
En los años sesenta, científicos soviéticos de esta base descubrieron indicios de un lago subterráneo, en lo que se consideró uno de los hallazgos geográficos más importantes del siglo XX.
En 1970 un avión inglés que sobrevolaba la región detectó que bajo la capa de hielo antártico había una masa enorme de agua.
Los científicos estiman que se formó hace unos 20 millones de años y creen que puede contener formas de vida desconocidas, capaces de sobrevivir a temperaturas bajo cero y en permanente oscuridad.
Veinte años más tarde los satélites confirmaron que, efectivamente, había un gigantesco lago de más de 14.000 km2 y hasta 800 metros de profundidad. Los estudios subsiguientes indicaron que hace unos 25 o 15 millones de años, cuando la Antártida terminó de separarse de América del Sur y quedó aislada térmicamente a causa de las corrientes marinas, la depresión que hoy forma el lecho del lago acumuló hielo lentamente hasta alcanzar varios kilómetros de espesor. El hielo inferior comenzó a derretirse gracias a que el manto de hielo retiene el calor proveniente del centro de la tierra.
El hielo que cubre al lago ha sido perforado en cercanías de la Estación Vostok llegándose a una profundidad de 3623 metros. Esta perforación comenzó en 1989, mucho antes que se confirmara la existencia del lago y se detuvo en 1998, a unos 120 m sobre la interfase hielo-agua temiéndose la contaminación del lago.
Un equipo conjunto ruso, francés y estadounidense, perforó y analizó el testigo de hielo, que es el más largo obtenido jamás.
En la base de este núcleo, que se cree que se ha formado por congelación del agua del lago en la base de la capa de hielo, se han encontrado evidencias en forma de microbios, que sugieren que el agua del lago puede sostener la vida.
Esto a dado origen a dos teorías, relacionadas a la existencia de agua en estado líquido. Una que sostiene la posibilidad de que pueda existir vida en condiciones extremas, con ausencia de luz y aire, y la otra teoría que afirma que se podría encontrar un ambiente donde no exista ninguna forma de vida.
Ambas teorías contrapuestas, son igualmente interesantes y abren campos de investigación y estudio muy amplios que por ahora se manejan solo en teoría y que podrán ser comprobados o refutados únicamente cuando se logre culminar la excavación y acceder al agua líquida del lago sumergido.
La temperatura media del agua es de alrededor de −3 °C por debajo del punto de congelación. En cuanto al porqué permanece líquida en el lugar más frío del planeta, se han sugerido diversas hipótesis, como que el calor interior de la tierra calienta las rocas bajo el lago, o que la placa de hielo sobre él pueda estar actuando como una manta aislante, protegiéndolo de las bajas temperaturas de la superficie.
Otra posibilidad es que el lago no haya tenido tiempo de congelarse tras un periodo templado que habría finalizado unos 5000 años atrás. Otra hipótesis, es que permanezca líquida debido a la presión que ejerce el hielo sobre ella.
El lago Vostok está supersaturado de oxígeno con unos niveles 50 veces mayores que los un lago de agua dulce normal de la superficie de la Tierra.
El enorme peso del hielo sobre el mismo podría contribuir a la elevada concentración de oxígeno. Produciendo que los gases quedaran encerrados tengan un aspecto de nieve prensada.
Esas estructuras gaseosas formadas a altas presiones serían inestables si se trajeran a la superficie atmosférica.
Debido a este hecho, si el agua sale del lago Vostok por la perforación, podría salir como cuando se destapa un una botella de espumante luego de ser agitada, y podría provocar una explosión, contaminar el entorno, y exponer el lago a una posible contaminación.
En 2003, un científico de la universidad de Columbia, confirmó que el lago, se formó debido a procesos tectónicos, es decir que, hace millones de años, a consecuencia de movimientos sísmicos, se produjo una cavidad que con el paso del tiempo albergó un lago de agua líquida en cuyo interior podría existir vida distinta de la que podemos encontrar en la superficie.
Esta investigación descubrió que los datos gravimétricos, magnéticos y topográficos de la corteza terrestre varía enormemente de un extremo del lago al otro. También se confirmó que la energía termal del lago procede de procesos tectónicos que dieron origen a dos fosas separadas por una cordillera, se ha sugerido que las composiciones químicas y biológicas de los dos posibles ecosistemas puedan ser diferentes.
Ello sugiere que el Vostok descansa sobre una línea de falla, en una cavidad que se formó cuando dos áreas de corteza se chocaron entre sí.
Gracias a estos estudios, se han descubierto unos 80 lagos subglaciales en la misma región, de los cuales el lago Vostok sigue siendo el más grande de todos.
En abril de 2005, investigadores alemanes, rusos y japoneses descubrieron que el lago tiene mareas. Dependiendo de la posición del sol y la luna, la superficie se eleva entre 1 y 2 cm. Los investigadores asumen que el fluctuación de la superficie del lago tiene el efecto de una bomba que mantiene el agua circulando, y que sería necesario para la supervivencia de los microorganismos si los hubiere.
Las condiciones que reinan allí forman un ecosistema único que podría contener microorganismos adaptados a tan extremo ambiente. Los microbios vivirían gracias a los nutrientes y las pequeñas cantidades de energía termal introducidos por las líneas de fractura, y a otros nutrientes procedentes de sedimentos de las rocas del lecho que serían arrastrados por corrientes de hielo.
Se reanudan las perforaciones
Un trabajo publicado en la revista Nature, en 2002, sugería que la particular hidrodinámica del lago ofrecía la oportunidad de perforar en las capas de hielo que se han acumulado en su orilla oriental, lo que evitaría actuar directamente sobre las aguas vírgenes.
El estudio, realizado por Robin E. Bell, planteaba que el agua líquida presente hoy, fue apartada por la placa de hielo superior, y reemplazada por otra procedente de otras fuentes hasta ahora desconocidas.
El agua del lago capturada por la mencionada placa en movimiento, habría sido trasladada en forma de capas de hielo hasta la orilla oriental, y después, en dirección al este, fuera del lago.
Por tanto, explorando esas capas, sería como explorar el propio lago, sin perturbarlo directamente.
El agua líquida más joven que se encuentra ahora en el lago tendría al menos 400.000 años y debe haber permanecido aislada durante todo este tiempo sin sufrir la influencia del ser humano. Hasta ahora, las investigaciones se habían limitado a este tipo de extracciones y a sondeos, altimetría láser, exploraciones magnéticas y gravimétricas.
Ahora, cuando el agujero llega muy cerca de la superficie del lago, se ha generado una división entre quienes quieren seguir y quienes no. La causa es una muestra obtenida de las profundidades heladas que, se cree, fueron alguna vez agua líquida del lago y donde se encontró un puñado de microbios; según los expertos rusos y franceses, provienen de las perforadoras o de las 50 toneladas de kerosene que se utilizan para evitar que el agujero vuelva a cerrarse. Como prueba más fehaciente del origen externo de los microbios citan que la vida en semejantes condiciones es imposible, algo que, justamente, discuten sus opositores, sobre todo norteamericanos para quienes no sería ni mucho menos, el primer caso de bacterias “extremófilas”, es decir, que se adaptaron a condiciones supuestamente imposibles para la vida.
Reaviva esta polémica el descubrimiento de formas de vida recientemente descubiertas bajo témpanos de hielo milenarios, desprendidos de la Antártida recientemente.
Los rusos insistían en continuar con el mismo sistema de perforación asegurando que, aun en el caso de que haya vida, no habría peligro de contaminarla porque la presión del lago impediría que ningún fluido se mezcle con el agua.
Por otra parte la NASA ha intervenido en el asunto, coincidiendo con la reanudación del interés por la carrera espacial, afirmando que las características de temperatura y presión del lago son prácticamente las mismas que las del satélite de Júpiter llamado “Europa”, uno de los objetivos previstos para una expedición en busca de lugares donde pudiera existir vida similar a la que nosotros conocemos.
Para facilitar la exploración, la NASA ha ofrecido un aparato excavador llamado “cryobot” que se concibió para ser enviado a Marte, y explorar los polos congelados de ese planeta.
El “cryobot”, perfora el hielo a su frente, derritiéndolo y cierra el camino a su paso a la vez que puede esquivar obstáculos, mientras se autoesteriliza... con estas características, sería un instrumento ideal para meterse en las profundidades de la Antártida sin contaminar las muestras.
Ya se han realizado pruebas con el “cryobot”, el cual perforó con éxito 20 metros de hielo en Noruega.
Además de este aparato, la NASA ha ensayado una cámara que funcionó a 1200 metros de profundidad bajo los hielos, lo que permitiría combinar ambos artefactos para obtener datos en los lugares más inhóspitos del universo.
Entre Leyendas y Realidades
Por una razón de responsabilidad, las perforaciones habían quedado detenidas en 1998, a unos escasos 120 metros de la meta: Se quería evitar destruir la forma original de un yacimiento que podría proporcionar valiosa información sobre el origen de la vida en la tierra.
Pero el progreso humano no puede detenerse. El ser humano ya piensa en explorar otros planetas, y al igual que siglos antes otras civilizaciones se lanzaron a la aventura y conquistaron los mares y luego los continentes desconocidos, hoy el desafío es salir al espacio y buscar destinos que pudieran albergarnos.
En esta loca carrera, siempre nos enfrentamos con temores, que si bien no deben detener la marcha en busca del bienestar de la humanidad, si deben hacernos reflexionar antes de actuar sin criterio y cometer errores.
En estos casos pueden ser útiles las palabras introductorias del escritor H. P. Lovecraft cuando publicó su novela de terror "En las montañas de la locura" en 1931.
El escritor describe allí un terrible mundo prehumano, el de los primordiales, sepultado hace miles de años, y se inicia con una advertencia inquietante que aún hoy debería hacernos pensar: "Porque los hombres de ciencia han rehusado seguir mis consejos, me siento obligado a hablar, aunque sé que mis advertencias serán inútiles. Expondré las razones por las que me opongo a ese proyecto de invadirlas tierras antárticas en busca de fósiles y de horadar y fundir las antiguas capas de hielo".
Haciéndose eco de las leyendas y mitos modernos, Scott Corrales, editor de Arcana Mundi, publica un artículo donde habla acerca de una anomalía magnética que habría sido detectada por un científico ruso, que luego desapareció, y dice que el geólogo australiano H. Mason mencionaba que: “El enorme tamaño y la intensidad de la anomalía magnética sugieren la presencia de un componente ultrabásico de gran tamaño bajo esta sección del Lago Vostok en la superficie de la roca de la corteza continental, es decir, en la vieja superficie de tierra anterior a la glaciación. Esto se ajustaría con el aparente estilo tectónico de separación por estiramiento del entorno geológico del lago, y probablemente representaría una intrusión significativa de ultrabásicos provenientes del manto terráqueo”. Todo esto, traducido a un lenguaje más simple significaría que la cantidad de gases almacenados allí, podrían representar un peligro para el clima mundial, ya que provendrían directamente del núcleo y del manto terrestre utilizando los accidentes geológicos debajo del Lago Vostok como “cañerías”, que podrían provocar una terrible explosión cuando la liberen.
El mismo artículo menciona la posibilidad de que: “el gobierno norteamericano estuviese haciendo uso de una nueva serie de ´barrenadores subterráneos´ impulsados por energía nuclear para excavar una red de túneles con fines militares. Las pilas atómicas de los barrenadores generarían suficiente calor como para derretir la piedra y vitrificar el túnel a su paso”.
¿Qué nos vamos a encontrar allí? En las perforaciones se ha llegado hasta 3.623 metros, profundidad equivalente a 420.000 años. A unos escasos centenares de metros por encima de la superficie lacustre. Se apunta que el lago pudo quedar sellado entre 500.000 y más de un millón de años. En las muestras de hielo extraídas han aparecido microbios, sugiriendo que proceden de la vida que acoge el lago (desconozco si se ha hecho alguna atribución específica de esas muestras de vida).
Se sabe también que el contenido de oxígeno en las aguas del Vostok es muy alto. Esto, junto al aislamiento de milenios, puede dar resultados sorprendentes. La NASA, entre otros colectivos científicos, está a la expectativa para tener más información de cómo puede desarrollarse la vida en entornos subglaciares, que tal vez pueda aplicarse a otros mundos, como al satélite joviano Europa, cubierto de hielo.
De momento, no se atreven a perforar hasta el mismo lago por dos motivos. Primero, porque existe un peligro de contaminación biológica de microorganismos modernos. Y segundo, porque puede que la presión del agua provoque una fuga catastrófica de líquido hacia el exterior. Se está en proceso de resolver estos problemas. Apasionantes perspectivas ¿Verdad? Probablemente, fósiles vivos o formas inusuales de vida nos aguardan en el cofre del tesoro subantártico. Nunca hubiera imaginado que la Antártida fuera tan fascinante.
Fuente: antarticos.blogspot.com y memecio.blogspot.com